“VIOLACIÓN AGRAVADA TRATÁNDOSE DE PARIENTES COLATERALES”

La práctica jurídica moldea patrones de conducta social y cultural, por lo que se hace indispensable una nueva disposición y una constante actualización para lograr una justicia de hecho y no, únicamente, de derecho. El tipo penal de violación y el resto de los delitos que se incluyen en el capítulo denominado “contra la libertad y seguridad sexual” constituyen un fenómeno criminal, por un lado, tan común en nuestra sociedad; y, por el otro, a todas luces desconocido, en razón a que se ignora la verdadera dimensión del problema y en la mayoría de los casos, las víctimas o los familiares que rodean a esta última, optan por no denunciar la aberración sexual de que son objeto, permaneciendo de esta manera el antijurídico de violación en el ámbito de lo privado. La violación no es, en muchos sentidos, comparable al resto de los delitos en virtud de que no busca el beneficio material que implica un robo, o el goce o reconocimiento de un puesto público. La violación y el resto de los ilícitos sexuales son, más bien, la expresión de patologías personales del criminal y de algunos rasgos característicos de nuestra cultura, tanto pública como privada; por lo que se tiene que dar mayor valor para nuestra cultura el respeto a la integridad física y moral